Aclarando conceptos

 

Amor es... aceptar

 

El "flechazo" no tiene nada de imaginario. Pero ¿qué pasa cuando empiezas a descubrir que tu delicada princesa parece más bien algo torpe, o que tu príncipe azul es algo así como celeste desteñido? (Es cruel, pero a menudo el amor a primera vista se cura al segundo vistazo.)

Alguien tendría que dar solución a estos problemas, de otra manera la vida es imposible. Pero veamos cuál es la verdadera cuestión: Tú planeas establecer una relación con un ser humano, ¿verdad? (Hasta la fecha, los marcianos no parecen mostrar interés en el asunto.) Bien, será mejor que aceptes desde ahora que tarde o temprano encontraras en ese ser humano algunas cosas que no se ajustarán a tu manera de pensar. Esto siempre ocurre. Aquel muchacho se había lanzado a la búsqueda de la mujer ideal. Finalmente la encontró. El único inconveniente fue descubrir que ella estaba buscando al hombre ideal.

¿Qué haces con ese ser humano que no es el ideal? Por lo pronto, haz lo que hace Dios contigo: ¡Acéptalo! Luego será tiempo de determinar si real- mente esas diferencias de puntos de vista son o no lo suficientemente importantes para que un noviazgo funcione.

La persona perfecta no existe, ni tampoco se te ha autorizado a cambiar a ninguna. Pero bríndale la seguridad de que la aceptas como es, y probablemente cambiará progresivamente, sin que nadie se lo pida. Amar es, al fin de cuentas, hacer un compromiso incondicional con un ser imperfecto.

Pero ¿cómo puedes aceptar los defectos de alguien, si todavía no los has descubierto?

 

Amor es... conocer

Amor es... ser uno


Si hay algo que quisiera que te quedara absolutamente claro en todo este artículo es que la diferencia entre atracción y amor pasa por una cuestión, ante todo, de tiempo. Nadie puede amar a quien no conoce, y no existe posibilidad alguna de conocer a alguien que acaba de flecharte, a menos que le des más tiempo.

Dios le da mucha importancia al concepto de "conocer". Pero la idea es mucho más que algo meramente casual, como lo vemos los humanos. Para Dios, conocer es "tener relación con". Obsérvalo en algunos pasajes bíblicos: "Entonces conocerán (tendrán relación con) la Verdad, y la Verdad los libertará"; "El que no ama no conoce (tiene relación con) Dios, porque Dios es amor"; "Conoció Adán (tuvo relación con) a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín".





Es esa relación en la que nos animamos a ser auténticos y a mostrarnos como somos la que permite que podamos realmente conocer algo de la otra persona, y que ella conozca algo de nosotros. Es allí donde el amor puede surgir, no antes.


Jesús oró a su Padre pidiendo por sus discípulos: "De la misma forma que tú estás en mí y yo en ti, que ellos estén en nosotros". Tanto en su relación con nosotros como en nuestras relaciones interpersonales, Dios no conoce otra forma de amor que ser uno con el otro. En eso consiste el amor como Dios desea que lo vivamos finalmente en pareja: "El hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola persona"

Es la forma más perfecta de expresar tu sexualidad. Mucha gente, cuando oye hablar de sexualidad, piensa en una sola cosa. Bien, ése es su problema. Y hasta que no aceptes que tu sexualidad es todo lo que eres, y que todos los aspectos espirituales, sociales, intelectuales, emocionales y físicos entran en acción en la búsqueda de pareja, probablemente tú tienes el mismo problema.

Amar es dar realmente todo a otra persona. Pero ¿cuantas veces y a cuantas personas puedes dar "todo"? Tú no tienes demasiados de esos cartuchos para gastar. ¿Qué pasa cuando, a poco del flechazo, te encuentras con que estás dando más y más de ti mismo al otro ser, para descubrir después que no era la persona indicada? ¿Cuánto tiempo puede soportar tu personalidad ese desgaste emocional sin verse afectada?

 

La próxima vez que oigas hablar de amor a primera vista, o te atrevas a llamarlo así en tu propio caso, reconoce que lo que haces es deletrear in-ma-du-rez de otra manera. El amor siempre será a segunda vista. Esa atracción podría ser el comienzo de un gran amor... o no. Pero como aún no- lo sabes, no es tiempo propicio para tornar atajos ni soñar demasiado. Ya habrá tiempo para ello.

Hasta la fecha, he descubierto una sola razón por la que desearía que existiera el amor a primera vista: ¡Algunos de nosotros no lograríamos pasar una segunda inspección!

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